La salud de los discos no sólo depende de cuánta información contengan, sino de cómo y dónde la almacenen. Por un lado, existe un fenómeno denominado fragmentación que sucede permanentemente y genera demoras en la lectura y escritura de archivos. Por el otro, la superficie física del disco puede sufrir deterioros, y con ellos, los de la información que contiene. Conviene hacer una revisión regular de ambas cuestiones, a fin de evitar y resolver posibles errores.
La fragmentación sucede cuando un nuevo archivo se almacena; el gestor de almacenamiento decide ubicarlo en la próxima región libre del disco, pero si ésta no es tan grande como para contener el archivo entero, una parte de éste se guarda en aquella ubicación y el resto, en la próxima disponible. Así, los archivos que se van eliminando dejan espacios vacíos, y los nuevos archivos que se almacenan pueden sufrir fragmentación en dos, tres o más secciones…
Concretamente, a la hora de leer o escribir sobre estos archivos, los cabezales del disco rígido tienen que recorrer distancias físicas más amplias que si los archivos estuvieran contiguos, y esto es lo que genera principalmente las demoras por fragmentación.
Para desfragmentar el disco rígido se debe acceder a [Inicio/Todos los programas/Accesorios/Herramientas del sistema/Desfragmentador de disco]. Tras seleccionar la unidad deseada y pulsar [Analizar], Windows recomendará si es necesario o no tomar una acción con la unidad. ScanDisk, por su parte, delata si el disco tiene en buen estado su superficie de almacenamiento. Aunque puede localizar y corregir errores, es necesario saber que, una vez iniciado el deterioro de un disco, éste es irreversible, por lo que debemos concentrarnos en su copia de seguridad y su reemplazo inmediato…
VAGONETTAS 
KarLos said
Si quieren no tener que defragmentar cada 2×3, instalen GNU/Linux(cualquier distribución, hay cientos donde elegir…)
Y olvídense de sistemas caros, inseguros y obsoletos.